Clases de Yoga para Adultos

Yoga en varios estilos. Plazas ya disponibles.

Horario 1: Lunes y Miércoles – 19:30 a 21:00
Horario 2: Martes y Jueves – 19:30 a 21:00

¿En qué Estilos de Yoga enfoco mis Clases?

Yoga Asthanga

El Yoga Ashtanga es un estilo dinámico y vigoroso de yoga que se centra en la sincronización de la respiración con una serie específica de posturas. Basado en los escritos antiguos del yoga, este sistema fue popularizado por el renombrado maestro Sri K. Pattabhi Jois.

Yoga Vinyasa

Esta clase se caracteriza por fluir suavemente de una postura a otra en sincronización con la respiración. Es una práctica dinámica que ayuda a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la resistencia cardiovascular, mientras se trabaja en la concentración y la conexión mente-cuerpo.

Yoga Hatha

Esta es una práctica clásica de yoga que se centra en las posturas físicas y la respiración consciente. Es ideal para mejorar la fuerza, la flexibilidad y la concentración, y es apta para todos los niveles de experiencia.

Clases de Hatha Yoga Paraiso Chi

Yoga para niños

Esta clase está diseñada para introducir a los niños en el mundo del Yoga de manera lúdica y divertida. Ayuda a mejorar la fuerza, la flexibilidad, la concentración y la relajación, a la vez que fomenta la creatividad y la imaginación.

Anatomía Asanas

¿qué es el yoga?

El yoga es una antigua disciplina que combina posturas físicas, técnicas de respiración, meditación y enfoque mental para mejorar la salud y el bienestar integral. Las clases de yoga ofrecen una gran variedad de beneficios para el cuerpo y la mente, ayudando a encontrar equilibrio, flexibilidad y paz interior.

¿Por qué hacer yoga?

Mejora la flexibilidad

Las posturas de yoga ayudan a estirar y fortalecer los músculos, mejorando la flexibilidad y la movilidad articular.

Reduce el estrés

Las técnicas de respiración y meditación del yoga ayudan a reducir los niveles de estrés y ansiedad, promoviendo la relajación y el equilibrio emocional.

Aumenta la fuerza y resistencia

El yoga incluye posturas que trabajan los músculos del cuerpo, ayudando a desarrollar fuerza y resistencia física.

Mejora la postura

El enfoque en la alineación corporal en las posturas de yoga ayuda a mejorar la postura y a prevenir dolores de espalda y otros problemas relacionados con la mala postura.

concentración y claridad mental

El yoga incluye técnicas de concentración y enfoque mental que pueden mejorar la claridad mental y la capacidad de atención.

Aprende más sobre el yoga

El yoga es una de las mejores disciplinas que cuidan de nuestra salud. Va más allá de ser un ejercicio físico, ya que considera y trata a la persona desde un punto de vista holístico.

Esta ciencia surge como un medio poderoso para ejercer control consciente sobre nuestros sistemas corporales y la mente. Así, nos trata, física, mental y espiritualmente.

Si intentamos contemplar los beneficios que aporta a nuestro cuerpo, en general, éste tiene mayor energía, está libre de toxinas, recupera su capacidad de sanar de forma natural, está más fuerte ante enfermedades y estímulos externos, y funciona de una forma óptima en todos sus elementos.

Todos los sistemas y aparatos del cuerpo (circulatorio, nervioso, digestivo, endocrino, excretor), son tonificados y armonizados, recuperando su funcionamiento óptimo. Además la práctica de yoga previene enfermedades crónicas al ser una medicina holística preventiva y sanadora. Estimula órganos internos mediante ejercicios específicos, con efectos notorios sobre el sistema endocrino, neurológico e inmunológico.

Si nos centramos en nuestro sistema nervioso, endocrino e inmunológico observamos que los tres están íntimamente ligados.

Beneficios de la práctica del Yoga en el SISTEMA INMUNOLOGICO

El sistema inmune esta íntimamente relacionado con el sistema nervioso y el sistema endocrino.

Las asanas y el pranayama pueden mejorar la función del sistema inmunológico al reforzar las defensas del organismo aumentando la resistencia a enfermedades e infecciones.

Cuando los músculos se contraen y se estiran, también se mueven los órganos que están alrededor. Al entrar y salir de las posturas de yoga, se aumenta el drenaje de la linfa (un fluido viscoso rico en células inmunológicas). Esto ayuda al sistema linfático a aumentar las defensas y proteger al organismo de las infecciones, destruir las células cancerosas y librarse de los productos de desecho que se acumulan en el cuerpo.

El sistema linfático depende del movimiento del cuerpo para mantener su flujo. El yoga estimula los nódulos linfáticos, (las glándulas especializadas en prevención de enfermedades), produce linfocitos (un tipo de glóbulo blanco), y filtra todo tipo de residuos y toxinas del líquido linfático.  Si el líquido linfático no fluye, las células se rodean de toxinas y no pueden absorber una buena nutrición.

El grupo más grande de nódulos linfáticos se encuentran bajo de los brazos, cerca de los senos.  Por lo tanto, una manera eficiente de estimular el flujo linfático a través del cuerpo es con una práctica activa, energética, tipo Vinyasa.

Las asanas (posturas) y el Pranayama (técnicas respiratorias) mejoran probablemente la función del sistema inmune, pero, hasta ahora, es la meditación la que se lleva la palma en cuanto a la credibilidad más fuerte en el ámbito científico. Parece que tiene un efecto beneficioso en el sistema inmunológico, intensificándolo cuando es necesario (por ejemplo, elevando los niveles de anticuerpos en respuesta a las vacunas) y descendiéndolo cuando es necesario (por ejemplo, mitigando la inapropiada y agresiva función inmunológica en una enfermedad auto inmune, como es la psoriasis).

El sistema inmunológico mantiene el cuerpo sano y fuerte al detectar y eliminar las células mutantes. Se recomiendan las inversiones, las posturas restaurativas y de relajación.

Beneficios de la práctica del Yoga en el SISTEMA ENDOCRINO

La práctica de yoga, junto con la meditación estimula las glándulas endocrinas mejorando su funcionamiento. Se produce un masaje interno en los músculos y la columna vertebral, mediante la mejora de la circulación, o por la estimulación de las áreas del cuerpo que tienen conexiones a determinados órganos.

El sistema endocrino está formado por glándulas que liberan mensajeros químicos llamados “hormonas” para regular las funciones del organismo. Las hormonas están involucradas en el crecimiento y el desarrollo, la función de los tejidos, el metabolismo (que afecta a la regulación del peso y el hambre), y en su estado de ánimo. Ellos juegan un papel en el que experimenta la relajación o estrés, el placer o la frustración, el miedo o la alegría. Experimentos científicos demuestran la relación entre nuestro estado de ánimo como reacción a los estímulos o circunstancias externas, como con temas de películas, y la secreción de hormonas. Sabemos que los desequilibrios hormonales afectan a nuestro estado de ánimo, por lo que nuestra toma de decisiones, es de manera indeseable. Las consecuencias de nuestras decisiones del día a día, inevitablemente, equivaldría a cambiar el rumbo de nuestras vidas. En este sentido, el efecto beneficioso de Yoga en nuestro sistema endocrino es de suma importancia para todos, independientemente de su edad o género.

Las diferentes asanas estiran y masajean diferentes áreas del cuerpo, lo que restaura y asegura buenas conexiones nerviosas hacia los órganos, incluyendo las glándulas endocrinas.

Al igual que todos los tejidos del cuerpo, estas glándulas requieren un abastecimiento adecuado de sangre para su óptimo funcionamiento. El mantenimiento prolongado de una asana aumenta la circulación en la glándula, por medio de presión entre el cuerpo y el suelo, presión entre distintas partes del cuerpo, o la fuerza de la gravedad. Esta tonificación de los tejidos de la glándula permite una descarga más equilibrada de hormonas y puede prevenir condiciones tales como hipersecreción (demasiada) o hiposecreción (muy poca) de hormonas.

También algunas prácticas de pranayama, como el nadi shodhan, estimulan e inhiben alternamente los sistemas nerviosos simpático y parasimpático. Las glándulas endocrinas conectadas con estos nervios son por lo tanto relajadas y activadas a voluntad. Debido a que ellas están en estado constante de operación, estas prácticas les dan el descanso necesario que les permite trabajar más eficientemente.

La práctica yóguica de Dhauti o limpieza del canal alimentario, relaja el sistema endocrino. Cuando se lava completamente el canal alimentario, muchas de las glándulas endocrinas, especialmente aquellas que tienen que ver con la digestión y el metabolismo, pueden descansar durante 45 minutos hasta que se vuelva a ingerir alimento. Este corto descanso es benéfico para todo el cuerpo y puede hacer maravillas en casos de diabetes. Las glándulas afectadas pueden comenzar a trabajar nuevamente, aún cuando hayan dejado de hacerlo muchos años. Las asanas invertidas también mejoran las funciones endocrinas y generan un flujo fresco de sangre en la glándula pituitaria.

La práctica regular de asanas, pranayamas, meditación, técnicas para equilibrar los centros energéticos, mejora el funcionamiento general del sistema endocrino y por lo tanto, de cada una de las células que componen el organismo. De esta manera mejora la salud general de la persona.

Dentro de la práctica de Yoga, las asanas invertidas hacen que fluya abundante sangre hacia el cerebro, irrigando millones de neuronas y eliminando las toxinas que se acumulan. Por lo tanto, el centro controlador del cuerpo trabaja de manera más eficiente, y todos los órganos, músculos, nervios y glándulas funcionan con su capacidad óptima.

Este mayor flujo de sangre hacia el cerebro permite también que la pituitaria, «glándula madre» del sistema endocrino, funcione con mayor eficiencia, lo que influye positivamente en el funcionamiento del resto de las glándulas.

La glándula pineal se corresponde con el «tercer ojo» y está relacionado con el desarrollo de la sabiduría trascendental. Técnicas de meditación de yoga estimulan poderosamente esta glándula. La glándula pituitaria, en la base del cerebro, se relaciona con la inspiración y la intuición.

La glándula tiroides, que se encuentra debajo de la laringe, o por debajo de la manzana de Adán en los hombres, es responsable de la velocidad de combustión de energía de su cuerpo y de la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas.

Está conectada a su chakra visshudda, que se relaciona con su capacidad de comunicación. Funciones de la tiroides están directamente relacionadas con su estado de ánimo. Cuando esta glándula está hiperactiva (hipertiroidismo) o de baja actividad (hipotiroidismo) experimentamos efectos indeseables. La secreción hormonal tiroidea excesiva produce nerviosismo, irritabilidad, hambre excesiva, palpitaciones, dificultad para respirar y una digestión anormalmente rápido. Un resultado de hipotiroidismo en nuestra apatía y el cansancio. Las posturas invertidas en yoga mejoran el funcionamiento de la glándula tiroides por llevar una mayor cantidad de sangre hacia el área de la garganta.

La glándula del timo, también forman parte de su sistema endocrino y se encuentra debajo del esternón, tiene un papel central en el mantenimiento de un sistema inmune fuerte. En Yoga, que está conectado a su chakra anahata, en relación con su capacidad de amar y la apertura a los demás.

Las glándulas suprarrenales, que se sientan encima de los riñones, liberan hormonas en relación a la tensión debido a nuestro miedo o frustración, y también cuando se produce hipoglucemia. Esto se traduce en el estado hiperactivo de «lucha o huida». Si no respondemos a este estado a través del movimiento según lo previsto por su mecanismo corporal luego entramos en un estado de estrés. Estas glándulas del sistema endocrino están conectadas a su chakra manipura en relación al poder de asilo, la perseverancia y la fuerza de voluntad.

Las gónadas segregan hormonas sexuales. Están conectadas con su chakra Svadisthana en relación con el placer, la creatividad y la alegría de vivir. Los ejercicios de yoga y la meditación son de ayuda para los hombres y las mujeres experimentan cambios en los niveles hormonales debido al envejecimiento. Las mujeres que se ocupan de la premenopausia o la menopausia encontrar el alivio de la tensión, y la producción de las hormonas del estrés por sus cuerpos se reduce.

Posturas invertidas de yoga, ya que el perro boca abajo, la sangre directa hacia nuestro pineal, pituitaria, tiroides y glándulas hipotálamo. Esto puede ayudar a estabilizar las fluctuaciones hormonales severas.

En particular, la práctica del yoga desciende el nivel de cortisol (hormona del estrés). Normalmente, las glándulas adrenales secretan cortisol en respuesta a una aguda crisis, lo que temporalmente deprime el sistema inmunológico.

Si los niveles de cortisol permanecen altos incluso después de que la crisis haya pasado, pueden comprometer el sistema inmunológico. Temporalmente, los “chutes” de cortisol ayudan a mantener fuerte la memoria de largo plazo, pero altos niveles de cortisol de forma crónica, debilitan la memoria y pueden producir cambios permanentes en el cerebro.

Adicionalmente los niveles de cortisol alto están relacionados con la depresión, la osteoporosis (extrae el calcio y otros minerales de los huesos e interfiere con la absorción de los mismos), la presión arterial alta y la resistencia a la insulina. En las ratas, los niveles de cortisol altos les conducen a lo que los investigadores llaman “comportamiento compulsivo de búsqueda de comida”, (el mismo que uno siente cuando están deprimido, enfadado o estresado). El cuerpo toma esas calorías extras y las distribuye en forma de grasa en el abdomen, contribuyendo a ganar peso con riesgo de diabetes y un ataque al corazón.

Beneficios de la práctica del Yoga en el SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso se divide en el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso autónomo es una parte del sistema nervioso periférico que está implicado en el control del funcionamiento del cuerpo por debajo del nivel de conciencia. El sistema nervioso autónomo se divide en tres partes: el sistema entérico, el sistema simpático y el parasimpático.

El Yoga estimula la relajación, enlentece la respiración y te centra en el presente armonizando el equilibrio entre el sistema nervioso simpático (el de la respuesta de huye o lucha), y el sistema nervioso parasimpático. El último es calmante y restaurador; disminuye el ritmo cardiaco y respiratorio, desciende la presión arterial y aumenta el volumen de sangre a los intestinos y los órganos reproductivos.

El sistema nervioso autónomo y el endocrino están muy relacionados. El sistema nervioso autónomo tiene vías de control sobre ciertas glándulas.

La salud del sistema nervioso guarda una estrecha relación con la digestión, las emociones, el estado de la piel y nuestra habilidad para procurarle el debido descanso. Prestar atención a estos aspectos es esencial para el bienestar tanto físico como emocional.

La práctica del yoga aporta excelentes beneficios para el cerebro y el sistema nervioso central, engrosando las capas de la corteza cerebral (parte del cerebro relacionado con el aprendizaje) y aumenta la neuroplasticidad (capacidad para aprender cosas nuevas).

Como ya hemos dicho, el sistema simpático es la parte del sistema nervioso responsable de mediar la respuesta al estrés neuronal y hormonal. Actúa en muchos órganos diferentes del cuerpo:

  • Actúa sobre los ojos al aumentar el diámetro de la pupila por la dilatación.
  • Actúa sobre el corazón para aumentar el ritmo cardíaco mediante el aumento de la fuerza de contracción de los músculos del corazón. El sistema nervioso simpático y la presión arterial también están directamente relacionados, como un aumento en la frecuencia cardiaca y la fuerza de contracción eventualmente conduce a un aumento de la presión arterial.
  • Actúa en los pulmones, causando la dilatación de los bronquiolos a fin de aumentar el pasaje de aire disponible.
  • Actúa sobre el sistema digestivo mediante la prevención y la inhibición del movimiento de los alimentos.
  • Actúa sobre el riñón para aumentar la secreción de renina.
  • Actúa en el pene para promover la eyaculación.

Por lo tanto, la respuesta del sistema nervioso simpático es tal, que equipa el cuerpo para manejar una situación de estrés. Es principalmente activa una gran cantidad de secreción de adrenalina de las glándulas suprarrenales. También es activo en un nivel basal a fin de mantener un estado de homeostasis en el cuerpo.

En la práctica de yoga, se hace especial hincapié en mantener una actitud relajada, respiración natural, atención en el cuerpo y mente calmada. Al entrar en asana, se pone el cuerpo en una postura distinta a la habitual,  que podría poner al practicante en situación de estrés, pero entrando en contacto con una respiración natural y relajada. De esta forma, el cerebro envía señales de calma que acaban afectando a todas las glándulas que pertenecen al sistema hipotálamo-hipofisario (suprarrenales, ovarios, testículos, tiroides). Se va “enseñando” al organismo a mantener la calma en varias posiciones, lo que el practicante de yoga puede ampliar al resto de su vida. Será más capaz de mantener la calma y reponerse ante una situación de estrés.

La respiración profunda al expandir y contraer el diafragma lentamente logra incrementar la circulación de sangre oxigenada. El aumento de la circulación asiste las glándulas que secretan las hormonas hacia el caudal sanguíneo.

Esto por otra parte, logra exponer y oxigenar diferentes partes del diafragma y de los pulmones que los que usualmente están expuestas a la respiración cotidiana.

Los pensamientos y las emociones sutiles, incluso influyen en la actividad y el equilibrio del sistema nervioso autónomo (SNA).

El SNA interactúa con nuestro sistema digestivo, cardiovascular, inmunológico y hormonal. La sensación de paz, que puede producirse tras una clase de yoga, genera un mayor equilibrio en el Sistema nervioso autónomo, afectando a un mayor equilibrio del sistema hormonal e inmunológico y más eficiente la función del cerebro.

La respiración lenta y profunda del yoga hace que se active el sistema nervioso parasimpático, equilibrando el sistema nervioso autónomo.

La práctica de visualización con imágenes que aporten paz al practicante ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo que entra en coherencia.

Existen varios estudios que comprueban que la oxitocina posee grandes poderes sanadores, basados principalmente en su reconocida capacidad para combatir los efectos del estrés. La oxitocina hace que disminuyan los niveles de las hormonas del estrés en tu cuerpo (principalmente el cortisol) y baja el nivel de presión arterial cuando se encuentra alto debido a situaciones estresantes.

Los ejercicios de respiración y el yoga elevan el nivel de oxitocina en tu cuerpo. Como la oxitocina funciona por biofeedback positivo, cuanta más hormona hay, más se segrega.

El efecto de las practicas de yoga sobre el sistema nervioso y el estrés ha sido probado y estudiado ampliamente a nivel médico, siendo innegable cómo estimula globalmente el sistema nervioso vegetativo parasimpático, disminuye la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, estimula la secreción salival y gástrica, facilita la relajación neuromuscular, etc. Estos estudios están basados en la experiencia práctica adquirida y ampliamente documentada por el Yoga Institute de Bombay durante casi un siglo. Los comunes y molestos dolores de espalda, las migrañas y un sinfín de trastornos a nivel músculo esquelético, digestivo, respiratorio, endocrino, circulatorio, locomotor, etc., pueden ser producidos por niveles anormales de estrés.

Tras consultar algunas fuentes para informarme sobre los efectos que puede producir el yoga en nuestro cuerpo y en concreto en los sistemas nervioso, endocrino e inmune, entiendo la práctica del yoga físico y mental como un antídoto frente a los estilos de vida moderna.

Ayudando al cuerpo a encontrar de forma natural y a través de ejercicio físico y otras técnicas más mentales, un equilibrio y una armonía, que a su vez revierten sobre nuestro estado mental, y con él, sobre nuestros pensamientos y emociones.

En definitiva, se experimentan sensaciones a todos los niveles satisfactorias que suman salud y ayudan a fortalecer nuestros sistemas y por supuesto el inmune, pienso que la enfermedad es un aviso de que algo no marcha en nuestras vidas.

Creo que además, cuando se comienza la práctica, orientamos nuestra vidas hacia una mayor calidad en la misma, sobre todo por el conocimiento y la conciencia que vamos adquiriendo con el paso del tiempo, viviendo cada día más en sintonía con nuestros anhelos y deseos, sintiéndonos identificados y satisfechos con el camino que recorremos y por tanto con una mente y unos sentimientos cada vez más coherentes y cercanos.

Beneficios Orgánicos del Yoga

El yoga resulta extraordinariamente eficaz en el mantenimiento de la salud y la prevención de la enfermedad. Puede aliviar o curar defectos estructurales o disfunciones fisiológicas. Puede ayudar en el manejo de las enfermedades crónicas o como rehabilitación y apoyo al tratamiento médico. También entrena la mente para afrontar las dificultades o el dolor y facilita una actitud más positiva.

Las posturas suponen el estiramiento, flexión, rotación y fijación de las articulaciones y los músculos mientras las extremidades, el tronco y la cabeza se mantienen en distintas direcciones: hacia delante, hacia atrás, lateralmente o invertidas. Este amplio abanico de acciones permite que todos los sistemas del cuerpo se beneficien y alcancen su óptimo funcionamiento. La práctica de yoga libera de incapacidades físicas y distracciones mentales, proporcionando una abundante reserva de paz y de energía.

Beneficios a nivel orgánico

Sistema músculo esquelético

El uso que de los músculos hace el yoga, permite desarrollar la flexibilidad, la fuerza y la resistencia de manera segura y gradual. El cuerpo se tonifica y se libera de los patrones de tensión, inundándose de vitalidad y energía. Cada asana estimula una red diferente de células en músculos, tendones y ligamentos. Las articulaciones son llevadas a una gama completa de movimientos que descomprimen y nutren el cartílago articular, además de reestablecer la correcta alineación de los huesos. El incremento de la irrigación sanguínea que reciben los huesos mediante las posturas de yoga, favorece la mineralización ósea y pone freno a procesos degenerativos de descalcificación como osteoporosis o enfermedades como la artrosis.

Cada área de rigidez en músculos y articulaciones restringe nuestra libertad de movimiento. El trabajo sistemático en yoga permite retirar capa por capa la armadura de tensión con la que se han recubierto no solo las fibras musculares, sino también las venas, capilares y conexiones nerviosas, limitando así nuestra sensibilidad física y capacidad de respuesta muscular. El suave estiramiento presente en cada asana de yoga incrementa la eficacia de las fibras musculares y asegura una postura correcta.
Se renueva el organismo: reajustándolo, revitalizándolo y armonizándolo.

Circulación

Con la práctica de las asanas la circulación sanguínea llega a todas partes del cuerpo. Los músculos, las articulaciones, los órganos internos, el tejido conjuntivo y la piel permanecen irrigados por un continuo flujo de sangre fresca, lo cual no sólo aporta nutrientes a las células, sino que ayuda a purificarlas de residuos tóxicos. Los vasos sanguíneos se ejercitan regularmente. Se contraen en las posturas erguidas y se expanden en las posturas invertidas en armonía con la gravedad. Descansan en posturas supinas y pronas, en las que la fuerza gravitatoria es insignificante. Así, los tejidos se reponen constantemente con nutrientes y se previene la degeneración. Los tejidos bien nutridos funcionan eficientemente y las nuevas células que reemplazan a las muertas son de gran calidad. Conservan el vigor de la juventud.

El corazón

Las asanas de yoga dan espacio al corazón y alivian la presión y el dolor, incluso donde exista el problema adicional de engrosamiento de las arterias, debido a la dieta y un estilo de vida incorrectos. El músculo cardíaco se fortalece y se libera de la presión de las estructuras que le rodean. Para ello la columna dorsal ha de sostener el esternón en posición elevada evitando que la caja torácica se desplome ya que esto estrecha la región del corazón. La práctica de yoga aumenta la acción cardio-vascular y sin forzar indebidamente el sistema.

La espalda

Una columna sana es la fuente de la juventud. Las técnicas de yoga se centran fundamentalmente en el trabajo de la columna vertebral que es el eje principal de la armadura del esqueleto y todo el organismo. El deterioro o la degeneración de las vértebras no sólo es debilitante sino que se corre el riesgo de dañar los nervios. El sistema nervioso central, constituye una red de fibras que profundamente arraigadas a la médula espinal, inervan todas las vísceras asegurando su buen funcionamiento. Las desviaciones de la columna (escoliosis) y las curvas espinales exageradas (lordosis, cifosis) por lo general debido a escasos hábitos de ejercicio, llevan a músculos y tendones a acortarse y debilitarse, desequilibrando la columna y alterando también el equilibrio funcional de los órganos internos. El estiramiento que procuran las asanas de yoga incide sobre las vértebras y los discos intervertebrales, aumentando su hidratación y deteniendo la progresiva degeneración. Las raíces nerviosas se descomprimen, y los ligamentos vertebrales se ven beneficiados mejorando así la alineación de la columna. La espalda se mantiene fuerte y relajada.

El tracto respiratorio

Los catarros, la congestión, la bronquitis, el asma y la predisposición a las infecciones pulmonares pueden deberse a una dieta inadecuada, que acaba por debilitar el equilibrio del sistema inmunológico, así como a la contaminación atmosférica.
Las posturas de Yoga expanden el pecho, fortaleciendo todo el sistema respiratorio. Los pulmones débiles y enfermos se fortalecen y flexibilizan. Con la edad, las costillas superiores se estrechan y la parte alta de los pulmones se usa cada vez menos. La práctica de yoga estimula la caja torácica y a los pulmones a abrirse bien y reestablece la capacidad de respirar en profundidad. Esto favorece el intercambio gaseoso y la oxigenación de células y tejidos, que se renuevan y revitalizan. La respiración celular genera fuentes de energía que sostienen la actividad muscular durante el desarrollo de cualquier ejercicio, pero además en la disciplina del yoga, el control de la respiración actúa directamente sobre el sistema nervioso autónomo, lo cual estabiliza la reacción frente al estrés, haciendo desaparecer la tensión muscular producida por las repetidas señales de alerta.

Sistema inmunológico

La resistencia del organismo y su recuperación de la enfermedad es el don natural de la curación. El agotamiento, los aditivos químicos alimentarios, la contaminación, las infecciones y el estrés continuo debilitan, todos ellos el sistema inmunológico. El yoga recupera la fuerza y la resistencia del organismo que se recupera así mas fácilmente de enfermedades y lesiones. Al mismo tiempo, se acumulan fuerzas para resistir futuras tensiones. En este sentido las posturas invertidas (con o sin apoyo) estimulan la respiración profunda incrementando la oxigenación, nutren el cerebro y los nervios e infunden energía a todo el cuerpo.

Sistema digestivo

Un tracto digestivo sano es la clave para el bienestar del organismo. La comida ingerida se convierte en tejido corporal; la buena nutrición y una digestión que funcione bien producen tejidos sanos.
Una dieta deficiente, el estrés y unos órganos enfermos o dañados deterioran la eficacia del sistema digestivo. Iguales efectos provoca la mala postura, en la cual se comprimen los órganos internos. La práctica de yoga fortalece los órganos digestivos y alivia la incomodidad y el dolor. Asimismo incrementa la eficacia metabólica y alivia el estreñimiento.
Muchas asanas aplican una suave presión en el hígado, bazo, páncreas y demás órganos abdominales. Las vísceras reciben así un masaje que estimula la función de limpieza y drenaje que renueva la sangre que los irriga y revitaliza todos los tejidos.

El sistema nervioso

El sistema nervioso controla todas las funciones del cuerpo, voluntarias e involuntarias y es responsable de la coordinación y el buen funcionamiento de la respiración, el sistema glandular, el latido cardíaco, la presión arterial, el aparato digestivo e inmunitario entre otros.
Asanas y pranayama refuerzan el sistema nervioso y eliminan toxinas de los tejidos lo cual facilita la neurotransmisión en las terminaciones nerviosas y en las sinapsis que hay entre los nervios.
Especialmente, el control de la respiración influye sobre el sistema nervioso autónomo el cual se divide en el sistema nervioso simpático y parasimpático. Las técnicas de pranayama actúan sobre el sistema nervioso parasimpático favoreciendo un estado de calma y relajación. Se facilita la restauración y el descanso, y el cuerpo se recupera mejor de la enfermedad. Trastornos como ansiedad, estrés o depresión leve pueden verse aliviados. Esto es muy importante porque en la vida cotidiana funcionamos con el sistema simpático, el cual dispara las hormonas del estrés, como veremos a continuación, produciendo alteraciones funcionales que terminan por minar nuestra salud y equilibrio.

El sistema endocrino

El sistema endocrino está compuesto de glándulas que vierten las hormonas directamente en el torrente sanguíneo, llevando su mensaje al totalidad del cuerpo. Esto afecta en el metabolismo de cada célula, desde el equilibrio fluido y crecimiento del cuerpo, hasta la respuesta frente al estrés o la procreación. Las glándulas endocrinas son las reguladoras del equilibrio interno.  Algunas de sus funciones y principales glándulas son:

La glándula pituitaria rige la secreción de hormonas por parte de todas las demás glándulas.
A su vez, ésta glándula maestra está controlada por el hipotálamo; centro del cerebro relacionado con las emociones y el sistema nervioso autónomo.
La tiroides y paratiroides (en la parte frontal y superior de la tráquea), controlan la velocidad del metabolismo en órganos y tejidos y la absorción del calcio por parte de los huesos y otros órganos.
El páncreas (detrás del estómago) regula el nivel de azúcar en sangre facilitando su asimilación en las células de músculos y otros tejidos mediante la segregación de insulina y glucógeno.
Las glándulas suprarrenales(sobre los riñones), muy vulnerables a la actividad del sistema nervioso simpático, segregan una serie de hormonas, como la adrenalina, que afectan al ritmo y potencia de los latidos del corazón, la presión sanguínea, o la respiración. También se relaciona con los estados emocionales tales como la calma, lucha o estrés e influyen en el equilibrio hídrico del cuerpo.
Las gónadas producen estrógenos(los ovarios) y testosterona(los testículos). Son responsables de los procesos sexuales, pero también están implicadas en la vitalidad y juventud del cuerpo físico. El equilibrio hormonal de éstas glándulas se relacionan con el hipotálamo y la pituitaria, e influye de manera directa en el ciclo de la mujer, así como en la función sexual en los hombres.

El sistema nervioso autónomo está interconectado con el hipotálamo, el cerebro emocional. Éste controla la glándula pituitaria, la cual rige la respuesta hormonal de todas las glándulas. Las técnicas de yoga ejercen una influencia directa sobre éstos centros cerebrales lo que demuestra la gran sabiduría y alcance de ésta ciencia. La práctica de asanas y pranayama actúa especialmente sobre cada una de las glándulas endocrinas, masajeando y estimulando sus tejidos. Esto favorece una descarga mas equilibrada de hormonas. Es en éste punto donde Yoga comienza a extender su amplio espectro de beneficios mas allá de lo fisiológico, pues además, los centros nerviosos y corticales en los que influyen éstas técnicas, logran armonizar las funciones fisiológicas que están constantemente respondiendo a los procesos psicológicos y emocionales que activan los impulsos nerviosos y reacciones quimicas capaces de influir en la respuesta inmunitaria o resistencia frente a la enfemedad, y en última instancia en el equilibrio cuerpo mente. Para el yoga el bienestar físico y psicológico es solo el punto de partida, pues en realidad persigue acabar definitivamente con el sufrimiento, aspirando a un estado del ser que sea inasequible al dolor.

La salud perfecta es un estado del ser en el que todas las funciones internas están bajo el inteligente control de la mente. Las técnicas del yoga permiten al organismo alcanzar sus máximas posibilidades funcionales, anatómicas y fisiológicas. Las asanas y el pranayama son el sustrato que hace florecer todos los demás aspectos del yoga, para que el cuerpo, la mente y el alma alcancen un estado de integración.

El yoga y su práctica transmiten una enseñanza milenaria llena de sabiduría. Conforme vas profundizando en ella, vas creando y estableciendo poco a poco una filosofía.

Resulta como una escuela de vida, en la que además sólo se adquieren conocimientos tras la propia vivencia de tu propio camino.

Ayuda a tener cierta claridad sobre tu existencia y la de los demás y con ello, sobre el sentido de tu vida.

Para mi es el mayor acercamiento a tu interior desde tu infancia, en el que llegado un momento comienzas a vivir (sobre todo en occidente) cada vez más cara al escaparate, al exterior, separándote conforme pasan tus años de tu verdadera esencia, y por tanto unos más y otros menos, perdiendo el norte en tu camino, y en muchos casos viviendo la vida de otros o bien, con tantos apegos y miedos que enturbian el verdadero sentido del paso por aquí.

En mi caso, encontrar respuestas a grandes y profundos interrogantes, un impulso que te invita cada vez más a fluir con los acontecimientos de la vida, de una forma más constructiva y sabia y a mirar con otros ojos más cercanos al corazón las experiencias y vivencias.

A sentir, y no sólo leer, que el propósito de la existencia a lo largo de las vidas, es el progreso en conciencia hacia la unidad y el amor.

Crea gota a gota una estructura ya imborrable, sin vuelta atrás, ayudándote a su paso, a enfrentarte a tus propios obstáculos para permitir tu crecimiento de forma integral y holística, que para mí por otro lado, es la única forma de evolucionar.

A todo ello y mucho más… te ayuda tú práctica de yoga, y sólo si prácticas, entenderás de lo que te hablo y más allá, porque no hay un yoga, yoga para mí eres tú…y así, hay tantos yogas como personas.

Practica yoga, yoga eres tú.

No dudes en venir

El yoga ofrece una amplia variedad de beneficios para el cuerpo y la mente, y hay diferentes tipos de estilos de yoga disponibles para adaptarse a las necesidades y preferencias individuales. Ya sea que busques una práctica relajante, energética, terapéutica o adaptada a las necesidades específicas de embarazo o niños, seguramente encontrarás una clase de yoga que se adapte a tus necesidades.

¡Descubre los beneficios del yoga y comienza tu práctica para encontrar la armonía entre cuerpo y mente!